POESÍA PARA LA CRISIS
Biblioteca
“Honorato de Castro” de Borja. (Zaragoza)
|
|
Paula Alonso Gutiérrez (23 años, estudiante
de 5 º de Medicina) y María Alonso Martínez (22 años, estudiante de Ingeniería
Industrial) han lanzado un mensaje a través de las redes sociales cargado de
sentimiento y sinceridad.
Quieren poner su granito de arena
ante la crisis del Covid-19 y llegar a todos los ciudadanos. Los que están
hospitalizados y atravesando un momento de gran dificultad, a los cuales les
quieren dar "un chute de energía", pero también a la sociedad y que
"una vez que pasen dos meses y esto quede atrás, no se olviden y se
quede en un recuerdo".
Paula es la autora del texto mientras
que María se encargó del montaje del vídeo. Hasta el momento, su vídeo ya ha
superado con creces las 50.000 visitas en apenas un día y ha sido más de
13.000 veces compartido.
No buscan los likes ni un gran número
de visualizaciones, solo concienciar y, principalmente, ayudar.
|
19 de abril de 2020.
Querido yo, dentro de unos meses:
¿Cómo te
sientes ahora al girarte, mirar hacia atrás y ver que todo lo que pasaste no
es un mero recuerdo, sino un bonito aprendizaje?
Quién nos
diría que valoraríamos tanto el hecho de salir a hacer la compra a
regañadientes cuando te mandaban en tu casa o cuando le decías a tu madre o a
tu padre “no seáis tan pesados, que ya
somos mayores para tanto beso y para tanto abrazo”.
Quién nos diría
que echaríamos tanto de menos esos minutos de café en el descanso de las
largas jornadas de estudio en la biblioteca, las perezosas e infumables
clases, con sus "para qué habré
venido", las cañitas que empiezan los jueves y no acaban hasta el
domingo, comentando una y otra vez lo aburrida que es nuestra vida, nuestra
rutina, y esperar con ansia que alguno o alguna nos venga con la comentada de
un nuevo crac.
Quién, quién
nos diría que de una santa vez el país, nuestro país, sin importar de
ideologías, razas o religiones, estaría más unido que nunca y veríamos a la
España que a todos nos representa, la España Solidaria. La España que pone carteles en los
ascensores para ayudar a los más vulnerables, con quien quizás no hayas
intercambiado más que un "hola"
o un "vaya día que hace, ¿eh?".
A ellos, los
ancianos, que muchos de ellos por desgracia están solos en estos momentos,
que no entienden muy bien cómo este bicho, de repente, les quite el salir a
la calle, el seguir sus rutinas y que se encuentren en una población de
riesgo. Que quizás por hacer lo que
hacían siempre puedan acabar muriendo.
Querida yo,
ciudadana de este mundo movido por el consumismo y el egoísmo puro, que no
entiende que esto es una emergencia y que hay que mirar más por los demás que
por el "yo" personal. El "yo", "yo"… ese
pronombre que nos gusta tanto utilizar a todos y a todas. Es que yo no lo
tengo, es que yo no aguanto en casa...
Pero acaso nos
hemos parado a pensar qué será de aquellos miles que han dado positivo, que
están en un hospital ingresados, que tienen que ver cómo su salud se
desvanece, cómo quizás su compañero de al lado se está muriendo, o leer cómo
una mujer tuiteaba esta mañana que hoy ha visto al marido de su mejor amiga
despedirse de ella antes de que lo intubasen, con 48 años y dos hijos. Y mientras
tanto nosotros… solo nos quejamos por ¿quedarnos en casa?
Basta ya, por
favor, pensemos también en los centenares de muertos que no han podido tener
un funeral o una despedida como les hubiese gustado, porque recordemos que
las aglomeraciones no están permitidas. Y ¿quién…? ¿Quién da consuelo a esos que han perdido a
un ser querido y no pueden recibir ni un mísero abrazo, ni una mísera
caricia? Y tienen que conformarse con un simple Whatsapp.
|
Dejemos de
pensar y de utilizar ese dichoso pronombre personal de primera persona del
singular y seamos más empáticos con todas las personas. Con el personal sanitario, con las fuerzas
de seguridad del Estado, con los trabajadores de los supermercados y del
pequeño comercio, que se desviven y se exponen en su día a día y trabajan con
esfuerzo, voluntad y ganas, mientras, nosotros estamos escuchando música,
haciendo algo de ejercicio o tirados en el sofá viendo Netflix y quejándonos
porque no tenemos nada más que ver.
¿Qué vamos a
salir de esta? ¡Eso está claro! Pero esto es trabajo de todos, no de unos
pocos.
¿Y qué más
decir que esta bonita reflexión?:
Los pulmones
de la Tierra necesitaban respirar. Las personas odiaban más que amaban. El
padre necesitaba pasar más tiempo con los hijos. El rico pensaba que el dinero
podía comprarlo todo, incluso la felicidad. Que el futbolista tenía más éxito
que un sanitario. Que el estrés hacía temblar los corazones y las razas
levantaron grandes fronteras.
Y un día, de
repente, el mundo se paró y entonces la Tierra pudo respirar ese aire tan
puro que tanto necesitaba. Las personas, en su lejanía, se dieron cuenta de
que todo lo que podían amar, alaban. De las caricias, abrazos y besos que
antes eran insignificantes y que ahora valen millones. Que la familia estaba
unida de nuevo.
Que el rico,
al no poder salir de casa, tuvo que conformarse con unos bollos de pan. De
cómo la gente salía a aplaudir cada día desde sus balcones, terrazas o
ventanas a los verdaderos héroes. Nuestros héroes.
Nuestras
mentes se serenaban, reflexionaban, hablábamos con nosotros mismos, pues no
había prisas.
Y cuando ya
todo estaba a punto de estallar, el mundo entero se unió, convirtiendo los
cinco continentes en tan solo uno.
Querida yo,
¿verdad que es bonito mirar atrás y ver cómo por muchos baches que nos ponga
la vida de todo sacamos una lección?
Por eso,
valora más lo que tienes, por insignificante o poco que te parezca, porque
quizás, como bien te decía antes, un día de repente el mundo pare, y todo
cambie, y lo que tenías desaparezca, se esfume como el humo de un cigarrillo.
Valora el
cariño de los tuyos, de los días de sol y de lluvia, de la época de exámenes
y de los días infinitos de descanso, porque está claro que sin cielo no hay
infierno y que, por desgracia, a no ser que nos pasen cosas como estas, no
nos damos cuenta de lo maravillosa que es la vida.
Y recordemos:
vida no hay más que una.
(Gijón)
Paula Alonso Gutiérrez.
María Alonso Martínez.
|
Pulsa aquí si quieres ver el vídeo de María Alonso Martínez sobre el texto de Paula Alonso Gutiérrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario